Por Carlos García Moreno
No hay ninguna duda en que el
director James Wan es, en este momento, el mejor director de
terror de los últimos años. Tras haber realizado dos películas del mismo género
en este año –El Conjuro (2013),
estrenada hace un par de meses, y ahora, la secuela de Insidious (2011) – se esperaba por lo menos que
alguna de éstas no estuviera a la altura del cineasta, sobretodo en el
caso de la nueva entrega debido a que, comúnmente, tienden enfocarse más en un
proyecto que en otro, agregando también que “segundas partes nunca son buenas”.
Lamentablemente no les puedo contar
mucho acerca de la historia debido a que es secuela, ya que si lo hiciera,
daría suficientes spoilers tanto para arruinarles la película a quienes no han
visto la nueva, así como también a los que ni siquiera han visto la primera
parte, haciendo la necesidad de ver su predecesora para poder entender la trama
en su totalidad.
La historia nos relata los sucesos
posteriores al término de los eventos de Insidious (2011), cuando
la familia Lambert finalmente logra recuperar a su hijo, después de haber
estado en coma durante un tiempo. A partir de ese momento, se desata un
nuevo problema –consecuencia que provoca Josh Lambert al viajar hacia “el más
allá"– al tiempo que su familia trata de investigar la aterradora infancia
de él que, por alguna extraña razón, lo mantenía conectado con el mundo espiritual.
Ahora, es cierto que en la primera
parte, se retomaron muchos de los elementos que hicieron a Poltergeist
(1982) una cinta de culto, por lo que era imposible repetir la misma
fórmula en ésta ocasión. En consecuencia, si lo hubieran hecho la película se
vería demasiado infantil para nuestra época.
¿Qué es lo que tiene para
nosotros La Noche del Demonio: Capítulo 2? Lo dividiré en dos
partes…
Lo bueno:
- El guion:
estupendamente escrito y bien pensado en el que, comparándolo con El Conjuro (2013) y sin tratar de
menospreciar, éste no deja cabos sueltos, contándonos simultáneamente y de
forma adecuada los sucesos de la primera parte.
- Lo
complejo de la trama, los personajes y las vueltas de tuerca.
- La
fotografía: recrea un ambiente más aterrador en las casas, así como en los
hospitales abandonados.
- Los
efectos especiales mejoran debido al aumento de presupuesto conforme al de su
predecesora (de $1.5 millones a $5 millones de dólares).
- El
elenco completo. Generalmente, cuando se hace una película de poco presupuesto
(sobretodo de este género), tiende a realizarse una sola entrega, cediendo los
derechos a otras personas para que continúen la historia de forma no canónica.
En este caso no, el director James Wan
regresa de la mano con su habitual colaborador Patrick Wilson, junto con el elenco restante, agregando nuevos
personajes que le dan un plus a la historia.
Lo
malo:
- El
humor se nota demasiado forzado, creando situaciones inverosímiles por parte de
algunos personajes, que le restan seriedad al asunto.
- El
título de la película. Una vez más, sé que no tiene nada que ver con el nombre
original (culpa de las distribuidoras) pero… ¿La Noche? ¿Del Demonio?
En
conclusión, Insidious: Chapter 2 o La Noche del Demonio:
Capítulo 2 es una de las escasas apuestas para el cine de terror de
este año, en la que no dejarán de surgir las comparaciones entre El
Conjuro (2013) y ésta. A mi parecer, ambas tienen sus pros y sus
contras, no obstante que hay una gran diferencia de presupuesto –$20
millones vs. $5 millones respectivamente– pero a estas alturas, se
agradece el hecho de que directores como James Wan, se preocupen
por realizar historias de terror con temas más convencionales como los
fantasmas y sitios embrujados; así como anteriormente se hacían.
Si
el género se ha ido perdiendo poco a poco, es por culpa de personas que han
abusado y utilizado incorrectamente el estilo de filmación del director
danés Lars von Trier, el “Dogma 95” (cámara en mano), para realizar
cosas como Actividad Paranormal o cualquier otra parecida,
y que lo único que logran es ir devaluando el género cada vez más. En
realidad, las intenciones de ese movimiento fílmico nunca fueron hacer muestras
de cine contemplativo, sino hacer una película completa con ciertas
características que le permitieran dar un enfoque más realista.
La
mala noticia de todo esto es que James Wan cambiará de género
para el siguiente año, encargándose de dirigir la séptima entrega de Rápido
& Furioso, por lo que no se sabe con certeza cuál será el rumbo que
vaya a tomar el cineasta a futuro. Aunque eso sí, a James Wan nadie
le quita el mérito de poder decir que las dos mejores entregas de terror del
año, le pertenecen a él…
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