Por Carlos García Moreno
Seguramente las personas que
ya vieron la más reciente película de Dragon Ball Z, específicamente fans, les habrá dejado una extraña sensación de
sentimientos encontrados, es decir, tanto una emoción y nostalgia de recordar aquellos momentos que vivimos hace más de 15 años al ver la serie, tanto de tener
un sabor ‘agridulce’ al abandonar la sala debido a la conclusión de la cinta.
Esto se debe a diversas razones, las cuales, son parte fundamental para
entender esa rara sensación, por lo que se tratará de dar una “breve” explicación (lo más que se pueda) acerca de todo lo que giro en
torno a Dragon Ball Z: La Batalla de los
Dioses.
Como muchos sabrán, desde
antes que saliera a la luz pública la nueva entrega de DBZ meses atrás en Japón, hubo demasiada expectativa alrededor de
la misma cuando el creador del manga original, Akira Toriyama, anunció que “era la primera vez que se involucraba
tanto en la producción de una adaptación de Dragon
Ball desde que finalizó la serie”; lo que ocasionó que tan solo en su país
lograra recaudar $30 millones de dólares.
Al generar tanto éxito y
euforia entre los asistentes, los fans de Latinoamérica se manifestaron y
organizaron un movimiento para que la película se doblara con las voces
originales mexicanas de la serie y, asimismo, se distribuyera en sus
respectivos países. Sin duda, la constante presión de los fans por medio de las
redes sociales para el doblaje latino, hicieron que las empresas Diamond Films
y Videocine se encargaran de la realización del doblaje y distribución en toda
América Latina.
Gran parte del problema para
que la película tuviera las voces originales de la serie fue que, aquellos que
doblaron el anime en los años 90 ¡actualmente forman parte de los mejores
actores de doblaje de México! tal y como lo son los intérpretes de Goku, Vegeta
y Piccolo –Mario Castañeda, René García y Carlos Segundo respectivamente– por lo que hubo muchos cuestionamientos
sobre si iban o no a regresar a sus papeles. Finalmente, los tres lograron
llegar a un acuerdo económico y, por si fuera poco, Diamond Films también
consiguió reunir al 95% del elenco original restante, con la excepción de Laura Torres (Goten), Genaro Vásquez (Supremo Kaio-sama) y Ricardo Hill (Kaio-sama).
La oleada de buenas noticias
para los fans de este anime no pararon de llegar, lo que provocó que la expectativa
de la cinta se hiciera aún mayor de lo que ya estaba, por lo que solo restó
esperar la fecha señalada para su estreno en la pantalla grande.
De entrada, la historia de
la película se ubica en medio de los eventos después de la batalla contra Majin
Buu y de Dragon Ball GT. Bills, el
Dios de la Destrucción que mantiene el equilibrio del universo, ha despertado
de un largo sueño al haber escuchado rumores sobre la aparición de un Dios
Super Saiyajin que derrotó a Freezer, por lo que Bills parte en busca de él.
Decidido a acabar con aquél que se interponga en su camino, Goku y Vegeta
deciden hacerle frente para la protección de la Tierra.
Ahora ¿Qué es lo que tiene
de bueno DBZ: La Batalla de los Dioses?
Primero y lo más importante: el doblaje del elenco original. Dicen que el mejor
doblaje es “aquél en el que te olvidas por completo que la película está
doblada”…, y, afortunadamente, esta nueva entrega no es la excepción ya que,
como se mencionó, cuenta con los mejores actores mexicanos de doblaje. ¡No
existe mejor palabra para describirlo que perfecto! Una vez más, Mario Castañeda y René García demuestran su talento histriónico para interpretar y
lucirse en sus respectivos personajes: Goku y Vegeta. El resto del reparto no
se queda atrás, contando mayoritariamente con las participaciones de Yamil Atala (Pilaf), Luis Alfonso Mendoza (Gohan), Gabriela Willer (Trunks), Rocío Garcel (Bulma) y Carlos Segundo (Piccolo), sin dejar de lado
a los nuevos fichajes que se integran para las voces de los villanos, como lo
son José Luis Orozco (Bills) y Arturo Castañeda (Wiss). Asimismo, hago
mención a los que sustituyen a los ausentes, tal es el caso de Goten al cumplir
en su prometido y tratar de acercarse a una voz parecida a la de Laura Torres, y conforme a Kaio-sama, Héctor Lee lo hace particularmente bien a pesar de darle un estilo de voz diferente al de Ricardo
Hill. Todos ellos a cargo de Eduardo
Garza quien, además de ser el director de doblaje, también regresa para
interpretar al carismático y multi-fallecido Krillin.
Otra de las cosas más
notables es la producción, en donde la combinación de gráficos de nueva
tecnología, junto con el diseño de animación y efectos especiales muestran como
resultado batallas espectaculares, sin que éstas excedan de CGI. La música y los
temas del grupo ‘FLOW’ se acoplan adecuadamente, sirviendo de fondo en las
secuencias más memorables de la cinta; aunque puede que nos hubiera emocionado
más escuchar a Ricardo Silva o Adrián Barba en los temas principales.
Sin duda, uno de los puntos
más debatibles es el guion: sigue una sóla línea argumental, cuenta con bastante comedia y gags
(que hasta en ocasiones puede tornarse a chistes absurdos), los personajes
principales tienen buenos momentos, Bills es un rival digno de los Guerreros Z
y la narrativa es fácil de digerir para cualquier tipo de espectador, haciendo
a un lado la necesidad de conocer la serie al 100%. Sin embargo, la historia
carece de un clímax a la altura de la expectativa, que fácilmente podríamos afirmar que no existe tal. Precisamente, algo similar sucedió el año pasado y que,
de hecho, fue la principal falla que tuvo la entrega no. 23 de 007, Skyfall (2012): llegar a una parte final
muy plana y sin mayor relevancia, que no estuvo a la par de su premisa.
Además, ciertos personajes
no tienen el protagonismo que se merecen –como es el caso de Piccolo–, y la
historia nos deja con la sensación de querer ver más de sus potenciales. Aunado
a esto, lamentablemente la transformación de la fase Dios de Goku resulta ser
el peor diseño mostrado de super saiyajin en todo el anime, y que bien los realizadores pudieron inspirarse más hasta de un fan art para conseguir una presentación que luciera imponente, no light.
Conforme a la violencia, el grado de explicitud y sangre ya no es como se
mostraba en la serie, esto debido a la notoriedad de que no está dirigida
completamente para un seguidor de la serie, sino que también lo está para las
nuevas generaciones que aún no han visto DBZ.
Por otra parte, debemos
tomar en cuenta que Akira Toriyama
declaró que, si la película llegara a tener el éxito que espera, se volvería a
comprometer de lleno para la realización de una nueva serie o franquicia de
películas, pues recordemos que él nunca terminó la serie de manera “oficial”,
sino que fue Toei Animation quien decidió darle seguimiento al anime con Dragon Ball GT. Es lógico que, al
enterarse de esto los fans, el fenómeno resurgió causando gran conmoción y es
por lo mismo que se ocasionó tanta expectativa alrededor de esta cinta.
Entonces, si Akira Toriyama hubiera
mostrado en la nueva entrega alguna incoherencia o contradicción que dañara los
eventos de GT, y al mismo tiempo no
tuviera el éxito esperado, la serie podría haber corrido el riesgo de ser
criticada y devaluada.
Resumiendo, Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses
ofrece peleas espectaculares, mucha comedia, facetas nunca antes vistas de los
personajes, nueva tecnología, momentos memorables y el regreso del elenco
original con un doblaje mexicano perfecto; asimismo manteniendo los valores
característicos que refleja de la cultura oriental: lealtad, amistad, solidaridad,
honor y respeto, sin dejar de lado su sentido metafórico de pro-violencia como
medio para establecer la paz. Entre sus fallas se encuentra la falta de una
conclusión épica al estilo de DBZ, lo
que sin duda nos dejará con ganas de más –sobre todo por la expectativa de un cierre
conforme a las circunstancias y no un prólogo de una franquicia–, generando así
una extraña sensación de vacío debido a ese problema; además de tomar en cuenta el
hecho de que también está inclinada en favor de un público inocente y general con la finalidad de introducirlos y expandir el fenómeno.
Por último, para disfrutar del lanzamiento de DBZ en su máxima
expresión, es necesario conseguir una visión comprensiva sobre todos los aspectos,
es decir, tomar en cuenta los medios y problemas por los que pasó, así como los
motivos por los cuales se hizo. Su distribución a nivel internacional y
nacional, el proceso de doblaje y proyección en cines ¡era algo prácticamente
imposible que sucediera! Pues sólo basta contar las veces en que se ha
estrenado en occidente material que proviene de oriente, pero lo que hizo Diamond Films no es de verse todos los días. También es necesario recordar que
el éxito que obtenga la película dependerá para la realización de una
continuación oficial de la serie, dejando a GT
simplemente como una historia alternativa perteneciente a otro universo; así
que conforme a la recepción dependerá el futuro lanzamiento de dicho anime.
Ante todo, Goku, Vegeta y los
Guerreros Z están de regreso y dispuestos a quedarse por un largo tiempo si es
necesario. ¿Cuál es el propósito? Demostrar una vez más que el puesto número 1
del anime, aún sigue siendo de ellos...
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Título original: Dragon Ball Z: Kami
to Kami
Director: Masahiro Hosoda
Actores: Mario Castañeda,
René García, Yamil Atala, Carlos Segundo
Guion: Yūsuke
Watanabe, Akira Toriyama
Fotografía: Hiroshi Kato
Música: Norihito
Sumitomo
Género: Acción,
Animación, Fantasía
Año: 2013
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